
El gran cambio de IPAL a avansys
Como parte del compromiso de entrar al sector educativo para elevar la calidad de la misma y por su compromiso con el país, el 14 de febrero de 2013, El Grupo El Comercio, principal grupo de medios con 6 periódicos impresos y 19 portales, adquiere el Instituto Peruano Alemán (IPAL) que cumplía 30 años en el mercado ofreciendo 14 carreras técnicas profesionales; 8 programas de Extensión Educativa dirigido a alumnos de colegios; y 3 programas de Centro de Educación Técnico-Productiva (CETPRO); siendo uno de los 20 institutos más importantes de todo el país.
En 2013, se contrató a GFK Perú, empresa de Investigación de Mercados y Opinión Pública, para que realice un estudio sobre el posicionamiento, la percepción y análisis de la marca “IPAL” en el mercado educativo; y con la nueva gerencia general y la asesoría de Futurebrand para para poder evaluar si se requería un cambio de imagen o un cambio total que dio como resultado la necesidad de renovar totalmente la imagen del instituto que desea transmitir el Grupo El Comercio.
El 6 de Febrero, se relanzó el cambio de la marca a “avansys”, que plantea una nueva propuesta en educación técnica superior para el país. La transformación de avansys ilustra la búsqueda de consistencia entre la visión institucional: formar una nueva generación de profesionales altamente capacitados para trabajar en el desarrollo del Perú, y cómo esta se refleja en el diseño de su marca. En ese sentido, el nombre de avansys fue acuñado a partir de la modificación de avances y avanzar, con una cuota de sistemas, aludiendo a la conexión con lo informático y lo educativo. El avance como imagen de progreso está en línea con la idea de “ir para adelante” que define las expectativas de sus alumnos. La nueva marca desafía el status quo para crear un mejor presente y futuro para los alumnos. Es una marca que se conecta con su público objetivo, los conoce y por eso los ayuda a dar el salto para lograr lo que buscan.
En concordancia con el concepto de la marca, la gráfica de la misma emplea letras minúsculas para comunicarse con su público de manera empática, suave y despacio. Usa contornos redondeados para ser inclusiva, colores cálidos con degrade que señalan la transformación que logran los alumnos en su experiencia educativa en el instituto.
El resultado es una marca atractiva, diferente, refrescante que conecta y ayuda a construir los puentes que separan a nuestros alumnos de sus sueños.